El presente Compendio, que procura abordar la totalidad de los institutos previstos en el “Código Aduanero Argentino” –ley 22.415– del año 1981, con sus modificaciones y normas reglamentarias, ha sido una labor paciente que ve la luz por quinta vez. Sin perjuicio de ello, y con la convicción de saber que el conocimiento humano es finito, pero los aspectos que nutren el devenir de la vida y el quehacer aduanero pueden ser infinitos, es que se realiza esta obra, entendiendo que falta mucho por analizar y transmitir. Empero, el espíritu que guía este trabajo no está dirigido a nuestros Maestros ni pares, tampoco a calificados profesionales. Advertimos, luego de más de 25 años de la primera edición y varias posteriores, que si realmente queremos mejorar el Comercio Exterior, los que deben poder acceder a las disposiciones, principios y opiniones de jueces que la ley contempla son los operadores de las transacciones internacionales y sus asesores más cercanos –profesionales o no–, que son los que padecen o transitan en cada destinación u operación aduanera la intervención que le cabe a cada dependencia competente. Persuadidos de que cuando los operadores sepan que equivocarse tiene remedio en la ley; o el no poseer el conocimiento sobre alguno de los múltiples aspectos que tiene una destinación aduanera también encuentra respuesta en el mismo digesto normativo, los misterios se disipan y también los miedos y, consecuentemente, desaparecen los fantasmas. Con ello, estamos convencidos de que mejora el control, la fiscalización, se agilizan los trámites, se recauda mejor y en mayor cantidad. En definitiva, si la ley entra por la puerta, los misterios escapan por las ventanas. Ojalá sirva la metáfora, Dios quiera que la información que se ha colectado y que se transmite, sirva para el fin expresado.