La obra aborda la complejidad del proceso penal y la aplicación de la prisión preventiva, resaltando la protección de la libertad individual y el debido proceso legal. A través de sus capítulos se analizan las medidas cautelares, la coerción personal y las particularidades de su aplicación en grupos vulnerables, así como el papel de las cauciones para asegurar la comparecencia en juicio. Los autores discuten la proporcionalidad y los límites de la prisión preventiva, el peligro de entorpecimiento como justificación para la misma y la importancia de la revisión periódica para evitar su uso indebido. Se trata de una herramienta de gran utilidad para la labor del abogado penalista.